• Mirar el pasado con GRATITUD
  • Vivir el presente con PASIÓN
  • Abrazar el futuro con ESPERANZA
Himno por el Año de la Vida Consagrada.w
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· ¿Qué es la vida consagrada?


 La vida consagrada está formada por aquellas personas consagradas a Dios mediante el rito de profesión o el de consagración de vírgenes. Estas personas adquieren el compromiso de seguimiento de los consejos evangélicos –pobreza, castidad y obediencia– mediante la emisión de votos o promesas.


 ·¿Quiénes integran la vida consagrada?


Esta forma de vida está integrada por diferentes ramas religiosas de la Iglesia. Entre ellas se encuentran: institutos de vida contemplativa (comunidades claustrales masculinas y femeninas), institutos de vida apostólica (congregaciones religiosas masculinas y femeninas, sociedades de vida apostólica), institutos seculares, nuevas formas de vida consagrada y el orden de las vírgenes consagradas.

                  


Se trata de un documento breve que reflexiona sobre la llamada del Papa a la alegría y que incide en algunos aspectos fundamentales de la Vida Consagrada: el encuentro personal con Cristo, la fidelidad, la misión, la cercanía al pueblo de Dios y el amor. "Alegraos..." incluye una serie de preguntas del Papa Francisco que invitan a la reflexión personal y comunitaria. La carta lleva la doble firma del cardenal Joao Braz de Aviz y de Monseñor José Rodríguez Carballo, O.F.M., prefecto y secretario de la Congregación, respectivamente, y está firmada en la significativa fecha del 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor y Jornada de oración por la Vida Consagrada.


“Para entrar en el misterio de la vida consagrada, un misterio que esconde intensas vivencias, sería necesario recorrer, su larga historia, y para ello es importante empezar, por la parte bíblica ya que desde el Antiguo Testamento descubrimos que es Dios mismo el que toma la iniciativa de hacer partícipe al hombre de tal vocación, pues es Dios quien consagraba a las personas o las cosas, comunicándoles de algún modo su propia santidad.”

 

Es Dios el que toma la iniciativa de salir al encuentro del hombre y le encarga, una misión y el hombre desde su libertad le responde. Si en el en el Antiguo Testamento, es Dios quien llama y hace partícipe a los hombres de esta vocación, del mismo modo ocurre en el Nuevo Testamento, porque es Jesús quien llama a un pequeño grupo, para que lo sigan, para que estén con Él, para que aprendan su modo de vivir, invitándolos a dejar todo.


Este modo de vivir como vivió Jesús, hace que se despierte un  gran interés en muchas personas que deciden por optar un estilo de vida semejante a este, y es por ello que a lo largo de la historia la vida consagrada ha sido enriquecida con diferentes carismas y modos de vivir como vivió Jesús, casto, pobre y obediente.


La entrega concreta de las personas consagradas a Dios y a los hermanos se convierte en signo elocuente de la presencia del reino de Dios para el mundo de hoy.

 

*Dentro del pueblo de Dios las personas consagradas son como centinelas que descubren y anuncian la vida nueva ya presente en nuestra historia

 

 

*La vida de oración y de contemplación, fundada en el misterio eucarístico, se encuentra también en el corazón de la vocación de las personas consagradas

 

 

*Es fundamental que con una vida espiritual intensa, las personas consagradas proclamen que Dios solo basta para dar plenitud a la existencia humana

 

 

*La vida consagrada es un don de Dios en beneficio de toda la Iglesia y al servicio de la vida del mundo

 

 

*Invito a las personas consagradas, hombres y mujeres, a aumentar su sentido eclesial y su deseo de trabajar en una relación cada vez más estrecha con los pastores, acogiendo y difundiendo la doctrina de la Iglesia en su integridad y totalidad.




  • "Sean valientes y contagien la alegría"
  •  "Vivan el presente con pasión"
  •  "Demos gracias a Dios por los religiosos de
      clausura"

  •  "Ni ideología, ni moda, para anunciar el Evangelio"

                                        Papa Francisco 

         

Para vivir plenamente este Año, afirma el Santo Padre, es necesario: mirar el pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar con esperanza el futuro.

 

El pasado no para "hacer arqueología o cultivar nostalgias inútiles" sino para recordar los propios inicios "es un modo de mantener viva la identidad" y fortalecer la unidad de la familia.  

Observar el presente es útil sin embargo para entender si el Evangelio es realmente el vademecum para la vida y las elecciones de cada día, explica el Santo Padre. Porque "no basta leerlo (lectura y estudia son de extrema importancia), no basta meditarlo (y lo hacemos con alegría cada día). Jesús nos pide actuar, vivir sus palabras.

Hablando del futuro, el Papa enumeró las dificultades a las que enfrenta la vida consagrada: la disminución de las vocaciones y el envejecimiento, los problemas económicos de la crisis financiera mundial, la internacionalización y la globalización, el relativismo, la marginación, la irrelevancia social... Aun así, afirma, "precisamente en estas incertidumbres actúa nuestra esperanza".

Una esperanza que "no se funda en número u obras, sino en Aquel en el hemos puesto nuestra confianza y para el que nada es imposible". Por eso, recomienda el Pontífice, "no cedáis a las tentaciones de los números y de la eficiencia, y menos aún a la de confiar en las propias fuerzas". La invitación va sobre todo a los jóvenes que son el "presente", porque ofrecen "una contribución determinante con la frescura y la generosidad" de su elección, y al mismo tiempo el futuro "por pronto seréis llamados a tomar en vuestras manos la guía de la animación, de la formación, del servicio, de la misión". 

Bienaventuranzas Vida Consagrada.ppt.pps
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Dice el Papa Francisco: "el Año de la Vida Consagrada nos interroga sobre la fidelidad  a la misión que se nos ha confiado", para debatir si los ministros y las obras cumplidas hasta ahora "responden a cuanto el Espíritu ha pedido a nuestros fundadores" y "son adecuados para perseguir las finalidades en la sociedad y en la Iglesia de hoy". "vivir el presente con pasión -prosigue Francisco- significa convertirse en expertos de comunión". Y "en una sociedad del enfrentamiento, de la convivencia difícil entre culturas diferentes, de la opresión sobre los más débiles, de las desigualdades", es fundamental mostrar "un modelo concreto de comunidad" que vive en "relaciones fraternas" según "la mística del encuentro".


El Papa Francisco anunció la celebración de un Año Santo extraordinario. Se trata de un Jubileo de la Misericordia que iniciará el 8 de diciembre 2015 y concluirá el 20 de noviembre de 2016.
Iremos presentando una serie de fichas para hacer una lectura detenida y contemplativa del documento que convoca y da sentido al Jubileo de la Misericordia, la llamada Bula (una carta oficial y solemne del Papa) “El rostro de la misericordia”, escrita por el Papa Francisco. Están pensadas para ser trabajadas en grupos.
http://www.salesianosuruguay.org/mauxi/biblioteca/287-jubileo-misericordia

El Papa Francisco anunció la celebración de un 'Jubileo de la Misericordia', que comenzará el próximo 8 de diciembre con la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro y que concluirá el 20 de noviembre de 2016. El quinto Año Santo extraordinario lo convocó Francisco coincidiendo con la celebración del segundo año de su Pontificado y con el cincuenta aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II. La palabra Jubileo, de júbilo, fiesta y alegría, procede del hebreo "yovel", el cuerno de carnero que la ley mosaica obligaba a tocar cada cincuenta años como señal de un año dedicado totalmente al Señor.

En la tradición católica el Jubileo es un gran acontecimiento religioso. Es el año del perdón de los pecados, el año de la conversión y de la penitencia sacramental y de la solidaridad, de la esperanza, de la justicia y del compromiso al servicio de Dios.

Estos "tiempos especiales" que la Iglesia católica dedica a la renovación de la fe de sus miembros fueron convocados en un principio cada cien años. Después cada cincuenta años, luego cada 33 y finalmente, desde 1450, se celebran cada 25 años.

No obstante, el Pontífice puede convocar fuera de ese tiempo otros años santos para conmemorar ocasiones particularmente importantes para la vida de la Iglesia.

La apertura de la Puerta Santa simboliza que la Iglesia ofrece  gracias espirituales a los fieles. El último Año Santo fue en el 2000, con el papa Juan Pablo II, para el cambio de milenio. 

Himno para el año de la Misericordia (Es
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A ustedes, jóvenes, que son muy concretos, quisiera proponer que para los primeros siete meses del año 2016 elijan una obra de misericordia corporal y una espiritual para ponerla en práctica cada mes. Déjense inspirar por la oración de Santa Faustina, humilde apóstol de la Divina Misericordia de nuestro tiempo:

«Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla […]
a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos […]
a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos […]
a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras […]
a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio […]
a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo» 

Ciudad del Vaticano, 12 de abril 2015 (Vis).– Ofrecemos a continuación una síntesis de la Bula ''Misericordiae Vultus'' con la que el Papa ha convocado el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.

La Bula de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia titulada ''Misericordiae vultus se compone de 25 números. El Papa Francisco describe los rasgos más sobresalientes de la misericordia situando el tema, ante todo, bajo la luz del rostro de Cristo. La misericordia no es una palabra abstracta, sino un rostro para reconocer, contemplar y servir. La Bula se desarrolla en clave trinitaria (números 6-9.) y se extiende en la descripción de la Iglesia como un signo creíble de la misericordia: "La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia" (n. 10).

El Papa Francisco indica las etapas principales del Jubileo. La apertura coincide con el quincuagéismo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II:'' La Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento. Para ella iniciaba un nuevo periodo de su historia. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo''.(n. 4). La conclusión tendrá lugar "en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. En ese día, cerrando la Puerta Santa, tendremos ante todo sentimientos de gratitud y de reconocimiento hacia la Santísima Trinidad por habernos concedido un tiempo extraordinario de gracia. Encomendaremos la vida de la Iglesia, la humanidad entera y el inmenso cosmos a la Señoría de Cristo, esperando que difunda su misericordia como el rocío de la mañana para una fecunda historia, todavía por construir con el compromiso de todos en el próximo futuro. "(n. 5) .

Una peculiaridad de este Año Santo es que se celebra no sólo en Roma, sino también en todas las demás diócesis del mundo. La Puerta Santa será abierta por el Papa en San Pedro el 8 de diciembre y el domingo siguiente en todas las iglesias del mundo. Otra de las novedades es que el Papa da la posibilidad de abrir la Puerta Santa también en los santuarios, meta de muchos peregrinos.

El Papa Francisco, recupera la enseñanza de San Juan XXIII, que hablaba de la "medicina de la Misericordia" y de Pablo VI que identificó la espiritualidad del Vaticano II con la del samaritano. La Bula también explica algunos aspectos sobresalientes del Jubileo: primero el lema "Misericordiosos como el Padre", a continuación el sentido de la peregrinación y sobre todo la necesidad del perdón. El tema particular que interesa al Papa se encuentra en el n. 15: las obras de misericordia espirituales y corporales deben redescubrirse "para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina.". Otra indicación atañe a la Cuaresma con el envío de los "Misioneros de la Misericordia" (n. 18). Nueva y original iniciativa con la que el Papa quiere resaltar de forma aún más concreta su cuidado pastoral. El Papa trata en los nn. 20-21 el tema de la relación entre la justicia y la misericordia, demostrando que no se detiene en una visión legalista, sino que apunta a un camino que desemboca en el amor misericordioso.

El n. 19 es un firme llamamiento contra la violencia organizada y contra las personas ''promotoras o cómplices'' de la corrupción. Son palabras muy fuertes con las que el Papa denuncia esta "llaga putrefacta" e insiste para que en este Año Santo haya una verdadera conversión: "¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida! Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón. Delante a tantos crímenes cometidos, escuchad el llanto de todas las personas depredadas por vosotros de la vida, de la familia, de los afectos y de la dignidad. Seguir como estáis es sólo fuente de arrogancia, de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto de lo que ahora pensáis. El Papa os tiende la mano. Está dispuesto a escucharos. Basta solamente que acojáis la llamada a la conversión y os sometáis a la justicia mientras la Iglesia os ofrece misericordia."(n. 19).

La referencia a la Indulgencia como tema tradicional del Jubileo se expresa en el n. 22. Un último aspecto original es el de la misericordia como tema común a Judios y Musulmanes: "Este Año Jubilar vivido en la misericordia pueda favorecer el encuentro con estas religiones y con las otras nobles tradiciones religiosas; nos haga más abiertos al diálogo para conocerlas y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación. "(n. 23).

El deseo del Papa es que este Año, vivido también en la compartición de la misericordia de Dios, pueda convertirse en una oportunidad para "vivir en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros. En este Jubileo dejémonos sorprender por Dios. Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida.. (…) En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: '' Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos''.

 

"La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia" La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos... "y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia".

En este mensaje, que Nuestro Señor nos ha hecho llegar por medio de Santa Faustina, se nos pide que tengamos plena confianza en la Misericordia de Dios, y que seamos siempre misericordiosos con el prójimo a través de nuestras palabras, acciones y oraciones... "porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil"